La Diputación destina 400.000 € a consejos reguladores y asociaciones de productores con sello leonés

Estas ayudas tienen como propósito apoyar la promoción de los productos agroalimentarios leoneses con características especiales, así como la mejora en la gestión destinada por los Consejos Reguladores y Asociaciones de Productores o Profesionales. La subvención contempla un importe fijo por cada figura de calidad o asociación solicitante que reúna los requisitos y otra variable que atiende al número de empresas que amparan las entidades cuya actividad esté relacionada directamente con la elaboración y venta de productos agroalimentarios.
Las ayudas están dirigidas a financiar gastos de promoción a consumidores, compradores y distribuidores en acciones de presentación y promoción tanto en el punto de venta como en presentaciones organizadas para dar a conocer el producto, así como la difusión y material publicitario y promocional, y la mejora de la gestión de las entidades reguladoras tanto con medios humanos como materiales.
El vicepresidente y diputado de Cooperación, SAM y Productos de León, Matías Llorente, ha recalcado el apoyo de la institución “a las ferias, las exposiciones, las degustaciones y, en definitiva, acciones de promoción dirigidas a impulsar uno de los sectores más pujantes de esta provincia, la industria agroalimentaria, y sobre todo a través de los sellos de calidad”.
A los beneficiarios se les exige estar domiciliados en la provincia de León o que, al menos, el 60% de las empresas envasadoras o transformadoras que ampara esa figura de calidad tengan su domicilio en la provincia. Además, los estatutos de la entidad reguladora o asociación deben recoger entre sus finalidades la promoción, la defensa y el control de alguno de los Productos de León y deben haber participado, o mostrado su disposición a participar en los casos de figuras de nueva creación, en las actividades programadas por la Diputación de León en el marco del programa Productos de León.
El largo del animal probablemente alcanzó los 40 metros desde la cabeza hasta la cola, y su altura debió haber alcanzado, con el cuello erguido, probablemente unos 20 metros.
La principal hipótesis es que el tamaño corporal tiene relación con el intento de escape a la predación, llamado también "carrera armanetista", por la que un herbívoro puede eludir a un carnívoro.
"Ocurre en cualquier ecosistema sistema actual, por ejemplo con el elefante, que pasa a ser inmune a la predación porque se hace energéticamente costoso y riesgoso atacarlo", precisó.