Cecina de León encara el año con la vista puesta en Japón y Canadá tras cerrar 2024 con una producción de 100.000 piezas

El Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Cecina de León cerró el pasado año con una producción de 100.000 piezas y pone la vista para este 2025 en la ampliación de mercados extranjeros, particularmente Japón y Canadá, y la lucha contra el fraude.
Así lo han confirmaron las industrias certificadas tras la celebración este fin de semana su tradicional Asamblea General, en la que se abordó el análisis de las cuentas de la IGP y se comenzaron a esbozar las líneas de trabajo que regirán la actividad del Consejo Regulador durante los próximos meses.
El producto estrella de la gastronomía leonesa mantiene su cuota de mercado y encara el presente año con el propósito de “seguir incrementando la producción de las industrias leonesas que elaboran y comercializan bajo el marchamo de calidad “de la Indicación Geográfica Protegida Cecina de León.
Para ello, la nueva pieza que recientemente se ha puesto en el mercado, denominada ‘centro de contra’, está llamada a “incrementar tanto el marcaje como las ventas de este producto certificado”, emblema de la despensa de la provincia. Procedente de la pieza ‘contra’, una de las piezas originarias que se extrae de los cuartos traseros del ganado vacuno mayor, se trata de “una pieza jugosa con un mayor aprovechamiento por ser más regular”.
Mientras se afianza la presencia de esta pieza en el mercado certificado, el Consejo Regulador de la IGP Cecina de León, que celebró el año pasado su 30 aniversario, encara 2025 con el objetivo de desembarcar en nuevos mercados extranjeros. Japón es uno de esos nuevos destinos para las empresas que deseen homologarse e iniciar la venta de Cecina de León, al tiempo que se trabaja de la mano del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Icez para que el marchamo de calidad leonés pueda abrirse camino en Canadá.
Además de la apertura de nuevas vías de comercialización, la IGP Cecina de León prevé reforzar sus acciones para avanzar en el control de calidad del producto certificado y en la lucha contra el fraude. En este sentido, el Consejo Regulador hizo un llamamiento para que las administraciones públicas competentes en la materia “ejerzan la vigilancia necesaria y refuercen sus medidas contra el uso fraudulento del marchamo de calidad”.