CSIF acusa a la Junta de despilfarrar 350.000 euros en cámaras de vigilancia de incendios "inservibles"

"Su utilidad es nula", sostiene el delegado autonómico de Medio Ambiente de CSIF, Agustín Argulo, ya que "el sistema no está depurado y lo que aportan las cámaras en la mayoría de los casos son falsas alarmas de incendios y cuando estas son reales normalmente el aviso ya ha llegado con anterioridad por parte del vigilante de incendios o por una llamada ciudadana al 112".

De hecho, según asegura, "al detectar la intensidad de la radiación térmica, en ocasiones las cámaras han dado aviso de incendios cuando en realidad era una llanta de un coche calentada, una barbacoa que estaban haciendo unos vecinos en su casa del pueblo e incluso la puesta de sol".

Para el sindicato, la aprobación en el pasado Consejo de Gobierno de la adquisición de 52 nuevas cámaras de videovigilancia, que se sumarán a las otras 52 ya en funcionamiento en León, Zamora y Soria, esconde la intención de la Consejería de Medio Ambiente de "iniciar el desmantelamiento de las torres de vigilancia en aquellos lugares donde se están implementando las cámaras".

Argulo advierte de que "sería una temeridad" desmantelar los 168 puestos de vigilancia que existen en Castilla y León, ya que las cámaras "no puede sustituir el ojo humano".

Y es que, tal y como recuerda, los vigilantes además de detectar incendios aportan "una información valiosísima" a la hora de determinar cuál es la intensidad del fuego, el tipo de zona en la que se está produciendo y cuáles son los medios que se necesitan para combatir esas llamas". Son, por tanto, "fundamentales" para planificar correctamente las operaciones.