La Guardia Civil interviene cinco cabezas de corzo en la provincia de Burgos por prácticas furtivas

Los hechos ocurrieron a mediodía del pasado martes 30 de mayo, en un municipio de la comarca del Arlanza, cuando una patrulla receló de la maniobra realizada por un turismo, aparentemente esquiva cuando sus ocupantes se percataron de la presencia del vehículo oficial, para intentar abandonar el lugar en el que se encontraban.

Los agentes interceptaron el vehículo e identificaron a tres personas, que se hallaban en actitud claramente nerviosa, por lo que decidieron practicar un registro al interior del vehículo y a su maletero.

En el habitáculo localizaron, entre los pies del copiloto y de uno de los ocupantes de los asientos posteriores, cinco bolsas de plástico que al abrirlas mostraron las cabezas de cinco corzos macho (Capreolus capreolus), con evidencias de haber sido recientemente abatidos.

Los 'trofeos' carecían de los obligados precintos que deben colocarse en su cuerna una vez cazados, y que permite su traslado y posterior transporte.

En el respaldo de uno de los asientos se halló un monocular térmico de uso prohibido y en el maletero también se halló otro, además de diferentes útiles de caza.

En el comunicado se ha matizado que los denunciados portaban un precinto en regla, pero apto para un coto situado en la comarca de Las Merindades, donde supuestamente habían abatido a los cérvidos. Además, la Guardia Civil ha apuntado que portaban la documentación personal, la de caza y las autorizaciones cinegéticas correspondientes para la caza del corzo en vigor.

Las pesquisas practicadas han permitido descubrir al principal responsable, al que se le ha levantado acta denuncia por diversas infracciones a la Ley de Caza de Castilla y León; se ha intervenido un rifle con visor y numerosa munición del calibre 6,5 creedmoor, prismáticos, monoculares térmicos, navajas, linternas y otros objetos cinegéticos.

La Comandancia de Burgos continuará con estas acciones preventivas y de seguimiento para erradicar el furtivismo en la provincia, detectar prácticas de caza irregulares y perseguir determinadas actividades ilegales que causan un grave perjuicio económico al medio rural, a los ayuntamientos, juntas vecinales, a los propietarios de los cotos de caza y a los propios cazadores.