La ULE lidera una investigación que estudia genes de resistencia a antibióticos en alimentos y entornos industriales en Europa

Coordinada por los profesores Avelino Álvarez Ordóñez y José Francisco Cobo Díaz.

León01 de agosto de 2025RMLRML
Avelino Álvarez Ordóñez
Avelino Álvarez Ordóñez

Investigadores del grupo Newtec de la Universidad de León han publicado un trabajo en la revista Nature Microbiology, en el que analizan qué genes responsables de la resistencia a los antibióticos están presentes en alimentos y en los ambientes donde estos se procesan.
Este estudio se enmarca dentro del proyecto europeo Master (Microbiome Applications for Sustainable food systems through Technologies and EnteRprise) y ha sido coordinado por los profesores Avelino Álvarez Ordóñez y José Francisco Cobo Díaz, del área de Tecnología de los Alimentos de la Universidad de León. Han colaborado con investigadores de centros punteros como el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA-CSIC), las universidades de Nápoles Federico II y Trento (Italia), la Universidad de Viena (Austria), y los centros de investigación agroalimentaria Teagasc (Irlanda) y Matis (Islandia).
La investigación se centra en el resistoma, es decir, el conjunto de genes que otorgan a las bacterias la capacidad de resistir los efectos de los antibióticos. Aunque se sabía que la cadena alimentaria puede actuar como vía de transmisión de bacterias resistentes a los antibióticos, hasta ahora no se había realizado un estudio tan amplio y detallado como éste.
Mediante técnicas de secuenciación metagenómica, el equipo analizó cerca de 2.000 muestras procedentes de materias primas y alimentos (como leche, carne, pescado, queso o vegetales), así como de superficies y ambientes industriales de más de 100 empresas europeas, entre ellas más de 50 ubicadas en la provincia de León y en el Principado de Asturias.
Los resultados revelan que más del 70 por ciento de los genes conocidos de resistencia a antibióticos están presentes en la cadena de producción alimentaria. No obstante, sólo una parte de ellos es especialmente prevalente, destacando algunos que confieren resistencia a tetraciclinas, betalactámicos, aminoglucósidos y macrólidos, grupos clave en el tratamiento de infecciones humanas y animales.
Además, los análisis permitieron identificar a las principales bacterias portadoras de estos genes, siendo muchas de ellas miembros del grupo Eskapee -conocido por su papel en infecciones hospitalarias difíciles de tratar-, como Escherichia coli, Staphylococcus aureus o Klebsiella pneumoniae. También se detectaron en especies como Staphylococcus equorum y Acinetobacter johnsonii. Un hallazgo especialmente relevante es que cerca del 40 por ciento de estos genes están asociados a plásmidos, elementos genéticos móviles que pueden facilitar su transferencia entre bacterias, lo que incrementa el riesgo de propagación de la resistencia.
El estudio también aporta evidencias sobre cómo ciertos procesos industriales y condiciones de fabricación pueden influir en la presencia y transmisión de estos genes, lo que abre la puerta a mejoras en los sistemas de producción alimentaria. Los investigadores subrayan que estos hallazgos son clave para diseñar estrategias más eficaces en el uso de antibióticos en la producción de alimentos y para avanzar hacia políticas de gestión que ayuden a frenar el creciente problema de la resistencia a los antimicrobianos.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto