Intervenidas piezas de caza de dos ciervos y una cabeza de macho sin precintar durante controles del Seprona en la montaña leonesa

La Guardia Civil ha desarrollado varias actuaciones en la provincia de León dentro del refuerzo de vigilancia durante la época de berrea, periodo en el que los ciervos se encuentran en plena fase de celo y, por tanto, más vulnerables a la caza furtiva. Las inspecciones, realizadas por efectivos de la Patrulla del Seprona, han permitido detectar distintos casos de infracciones relacionadas con la normativa cinegética.

En uno de los controles, los agentes interceptaron a un individuo que transportaba una cabeza de ciervo macho sin el precinto reglamentario, requisito obligatorio que acredita la procedencia legal de las piezas abatidas.
El hallazgo se produjo tras escuchar varios disparos en una zona de monte del municipio de Truchas, donde los agentes localizaron dos vehículos todoterreno. Uno de ellos fue detenido e inspeccionado, encontrándose en su maletero la cabeza del animal.
Poco después, en las inmediaciones, fue hallado el cuerpo del ciervo, que había sido desplazado de su lugar de caza, lo que refuerza la hipótesis de una actuación ilegal.

En otra intervención, la Guardia Civil identificó a dos cazadores procedentes de Extremadura que portaban monoculares térmicos, dispositivos expresamente prohibidos para la caza en Castilla y León por facilitar la localización de animales en condiciones de baja visibilidad.
En un control independiente, también se localizó a una persona que transportaba partes de dos ciervos, sin que se haya determinado todavía la legalidad de su procedencia.

Estas actuaciones forman parte del operativo preventivo que el Seprona mantiene activo durante los meses de septiembre y octubre, con el objetivo de proteger las poblaciones de ciervo en un momento de especial vulnerabilidad y garantizar el cumplimiento de la normativa medioambiental.

La Guardia Civil recuerda que la caza sin precinto o fuera de temporada constituye una infracción grave que puede derivar en sanciones económicas, retirada de licencias y responsabilidades penales.
Las investigaciones continúan abiertas para determinar la implicación de los cazadores identificados y el destino final de las piezas intervenidas.