Encontrado un oso pardo sin vida en la Montaña Palentina tras activarse su GPS

Un sensor de mortalidad activado por el GPS en un oso pardo estableció la ruta que llevó a agentes de la Junta hasta su hallazgo; el análisis apunta a muerte natural.

CyL24 de junio de 2025RMLRML
EJEMPLAR DE OSO PARDO ENCONTRADO MUERTO EN LA MONTAÑA PALENTINA
EJEMPLAR DE OSO PARDO ENCONTRADO MUERTO EN LA MONTAÑA PALENTINA

Este martes 24 de junio de 2025, agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León pusieron en marcha el protocolo de búsqueda al detectarse en el dispositivo GPS del oso pardo que portaba un sensor de mortalidad desde septiembre de 2024. La señal condujo al equipo hasta la Montaña Palentina, donde se confirmó que el animal había fallecido.

Al llegar al lugar, a última hora de la mañana, los agentes constataron la presencia de signos de carroñeo, lo cual indicaba que el cadáver llevaba cierto tiempo expuesto a depredadores. La Guardia Civil colaboró en el levantamiento del cuerpo, que se completó a primeras horas de la tarde y fue trasladado al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de la Junta, ubicado en Burgos, donde hoy se practicó la necropsia.

Los primeros resultados del examen anatomopatológico indican que se trataba de un ejemplar de edad avanzada y con baja condición corporal comunicacion.jcyl.es. No se detectaron restos metálicos que pudieran apuntar a un disparo, mientras el fuerte deterioro por depredación posterior complicó la determinación de la causa precisa del fallecimiento. No obstante, los investigadores consideran viable la hipótesis de una muerte por causas naturales.

Las muestras recogidas durante la necropsia se han enviado ya al laboratorio toxicológico para descartar intoxicaciones como causa de muerte. Por tanto, aunque el contexto apunta a una defunción natural, el proceso continúa abierto hasta conocerse todos los resultados.

Este suceso revela la utilidad de los sistemas de seguimiento GPS para proteger a la fauna silvestre en Castilla y León. Gracias al dispositivo instalado hace casi diez meses, se pudo localizar rápidamente un ejemplar en situación crítica, lo que permitió realizar una actuación inmediata y un análisis riguroso.

El oso pardo, una especie emblemática y protegida, recibe un seguimiento constante dentro del programa autonómico. La intervención reforzada por tecnología avanzada como sensores de mortalidad no solo ayuda a detectar posibles ataques o muertes violentas, sino que también contribuye a mantener un registro actualizado del estado poblacional y sanitario del oso.

La necropsia y los análisis complementarios servirán para afinar las estrategias de conservación. Mientras tanto, la Junta ha reiterado su compromiso de continuar con planes de control y protección, así como con la cooperación entre agentes medioambientales y cuerpos de seguridad para velar por la biodiversidad regional.

Con este hallazgo, claro es que los métodos digitales están marcando un antes y un después en la gestión de fauna salvaje, elevando la respuesta a emergencias y fortaleciendo la red de protección de especies vulnerables en entornos rurales.

 
 
 

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