Mil Encinas, un proyecto con animales de ayuda a personas. Un ejemplo contra el maltrato animal

Sara Burgos, reconocida con el Premio A Mujer Profesional Autónoma de CaixaBank en Castilla y León, dirige este centro de terapias asistidas con animales ubicado en el medio rural burgalés.

CyL30 de noviembre de 2024RMLRML
terapia-con-animales
terapia-con-animales

“Un proyecto vivo”. Así define Sara Burgos ‘Mil Encinas’, un centro de terapias asistidas con animales ubicado en Carcedo de Burgos, que busca mejorar la calidad de vida de las personas con diversidad funcional, de la mano de sus compañeros caninos y ecuestres. Un proyecto que, desde su puesta en marcha, ha cosechado buenos resultados en la provincia de Burgos, y el pasado mes de octubre su directora se alzó con el Premio A Mujer Profesional Autónoma de CaixaBank en Castilla y León. 
Burgos fue elegida entre 25 candidatas que se presentaron a esta convocatoria en Castilla y León, y desde la entidad valoraron su “excelencia empresarial”, así como su trayectoria profesional y los logros alcanzados a lo largo de estos años. Un reconocimiento que para Sara Burgos es “muy gratificante”, dado que pone en valor “tanto tiempo de trabajo y esfuerzo”.
“Te anima a seguir, te motiva y te mantiene mucho más al día”, afirma la directora de Mil Encinas, que asegura que este tipo de reconocimientos te ayudan a seguir adelante con tu proyecto, “con más ganas”. Sara Burgos, maestra en educación especial y licenciada en psicopedagogía, es además experta en terapias asistidas con animales y en crianza autorregulada consciente. Además, es técnico de equitación y juez territorial de doma clásica. Una formación que pone en práctica en Mil Encinas, un centro asentado en la provincia de Burgos desde hace casi una década. 
Su directora habla con cariño de este proyecto, al que define como su “proyecto de vida”, dado que le ha permitido unir su “pasión” por el mundo ecuestre, con su profesión, que abarca una parte más educativa y emocional. 
En sus inicios, el centro estaba enfocado a perros y caballos, pero ha ido evolucionando con el paso de los años. No solo ha crecido en número de animales, también en los servicios que ofrecen. Además de terapias asistidas, Mil Encinas incluye un espacio de aprendizaje activo para niños de 0 a 6 años, que combina pedagogía, naturaleza y animales. Un proyecto que nació en 2021 y que se encuadra en el concepto de bosque escuela, un modelo de educación que plantea emplear el bosque como aula, para que los pequeños interactúen con la naturaleza.
En este pueblo, a ocho kilómetros de Burgos, se puede poner en práctica esta metodología, y además los alumnos pueden interactuar con los animales que forman parte de Mil Encinas. Hoy en día, el centro cuenta con 15 caballos, 14 de ellos se utilizan en tratamientos, así como perros y gatos. El centro ofrece también clases de equitación para todas las edades, que permite vivir una experiencia ecuestre completa. 
Equipo multidisciplinar, tratamiento personalizado
A lo largo de los últimos años se han puesto de manifiesto los beneficios de la terapia asistida con animales, para mejorar la vida de personas con diversidad funcional. El equipo de Mil Encinas está formado por profesionales del ámbito sanitario y educativo, lo que aporta una “riqueza profesional” al proyecto, de forma que se llevan a cabo “programas individualizados” para cada paciente, en función de lo que necesiten. 
“Nosotros elegimos qué animal vamos a emplear, si un caballo o un perro, para ver qué puede tener más beneficios para esa persona”. Destaca así la importancia de contar con un equipo “multidisciplinar y variado”, para poder atender de forma adecuada las necesidades de cada uno de los usuarios que llegan al centro. 
“Nada más llegar, se hace una valoración individual, en qué momento se encuentra la persona y qué es lo que necesita”, indica Burgos. En el caso de las terapias, las edades pueden variar, aunque la directora explica que han tenido pequeños con edades que iban desde los 12 o 14 meses a gente más mayor. De hecho, explica que dan servicio a muchas personas mayores, pero también trabajan en ámbitos como el de la discapacidad intelectual y física, aunque también con personas con ansiedad, depresión o con trastornos de la conducta como la hiperactividad o el espectro autista.
“Siempre digo que Mil Encinas tiene una visión holística”, afirma Sara Burgos, que explica que todos los proyectos que se ofrecen en el centro “pueden convivir”. Tanto las terapias con la equitación, como la escuela o la formación. “Al final es buscar un equilibrio. Si un mes la equitación es más floja, las terapias que se mantienen todo el año, tiran de esa parte”. 
Es importante el equipo humano que acompañada cada día la labor de Mil Encinas, pero también los son los terapeutas de cuatro patas, que se convierten en protagonistas de cada sesión. Así, Burgos explica que los animales se seleccionan dependiendo de las necesidades del usuario. “Por ejemplo, tenemos tres perros en tratamientos y cada uno es de una manera. Aunque son tres hembras de la misma raza, con un año de diferencia ca da una, no haya nada ver entre una y otra”, indica.
“Si yo quiero ir a una residencia y necesito propiciar una situación de calma, me voy a llevar al perro que es más calmado, que tiene más capacidad de espera. Sin embargo, si quiero hacer una actividad muy dinámica con un colectivo de adolescentes, me llevaría a un perro más energético”, explica. 
“La selección parte de unos principios básicos de carácter, temperamento, morfología. Una vez tienes el perro o el caballo diez, los tienes que preparar para lo que van a hacer”, continúa. De esta forma, se entrena y adapta a los animales para el trabajo que van a llevar a cabo y los espacios donde van a ofrecer ese servicio. “Ahí entra nuestro trabajo propio. Vamos adaptándolos a diferentes materiales, espacios, personas, colectivos, y una vez están preparados, hay que entrenarles a diario”, añade. 
El centro de Carcedo de Burgos no es el único lugar donde ofertan estas terapias, y tanto sus profesionales humanos como caninos se desplazan a residencias, hospitales, colegios o centros específicos para ayudar a aquellos que lo requieren. Uno de sus proyectos más sonados en los últimos meses fue ‘Vitaminas de 4 patas’, un proyecto pionero en Castilla y León que se puso en marcha en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU), por el que cada 15 días, tres perros entraban en el centro hospitalario para asistir a sesiones de terapia con niños ingresados en el área de Pediatría del HUBU. Uva, Java y Lina eran las tres hembras de labrador encargadas de llenar de risas y alegría a los más pequeños durante este corto espacio de tiempo. 
Fieles a su esencia ‘viva’, Mil Encinas trabaja también en otros programas, uno de los más nuevos es el programa Team Building, que permite el trabajo con empresas. Una actividad nueva que están incorporando y ya cuentan con alguna empresa dispuesta a realizar actividades de este estilo

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto