El Gobierno comunicará a la Comisión Europea que el lobo ibérico "continúa en situación desfavorable en España"

El último censo del lobo ibérico refleja que España cuenta con 333 manadas (un 12 por ciento más que en 2019), lo que significa que “continúa en situación desfavorable” y una población de entre 1.600 y 1.700 individuos, una cifra inferior a la del lince ibérico. En Castilla y León, el crecimiento fue menor que la media nacional, con un ocho por ciento (de 179 a 193 manadas) a nivel regional, y apenas un cuatro más de manadas al norte del Duero. El incremento ha sido mayor en las provincias meridionales, como Ávila, según apuntó hoy WWF.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico trasladará esas cifras este viernes a las comunidades autónomas en el marco de la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, donde comunicará que dejará de financiar con 20 millones de euros anuales las ayudas para cubrir daños del lobo al ganado.
El departamento dirigido por Sara Aagesen finalizó la elaboración del censo actualizado del lobo ibérico porque el Gobierno español está obligado a remitir a la Comisión Europea un informe sexenal de la situación de ese carnívoro antes de que concluya el próximo mes de julio.
Con un procedimiento homogéneo en el que participaron también las comunidades autónomas con presencia de lobo ibérico, el último censo refleja que hay 333 manadas de esa especie (entre 1.600 y 1.700 individuos), lo que supone un 12 por ciento más respecto a las 297 manadas del censo anterior, que el Gobierno español envió al Ejecutivo comunitario en 2019.
“Esto implica que el número de lobos presentes en España está por debajo del número de linces presentes en España”, sentenciaron este viernes fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Ese felino dejó de estar en la Lista Roja de Especies Amenazas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en junio de 2024 tras las medidas adoptadas por administraciones y organizaciones para introducirlo en otros territorios tras encontrarse en peligro de extinción.
El último censo del lince ibérico, dado a conocer recientemente señala que el año pasado había 2.401 individuos de esa especie felina, de los cuales 2.047 habitaban en España y 354 en Portugal.
“No puede haber controles letales"
Algunas comunidades autónomas al norte del Duero con presencia de lobos cuestionaron los datos del censo del lobo de 2019, con lo que fuentes de Transición Ecológica indican que “si siguen manteniendo esa posición, significaría que no ha habido ningún incremento”.
Tras el censo de 2019, el lobo fue incluido dos años después en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), con lo que su caza deportiva pasó a estar prohibida el 22 de septiembre de 2021.
Esa situación cambió el pasado 2 de abril, cuando volvió a permitirse la caza deportiva del lobo ibérico al norte del río Duero gracias a la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario.
Dado el leve repunte respecto a 2019, el Gobierno comunicará a la Comisión Europea que el lobo ibérico continúa en situación desfavorable en España, después de que el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) dictaminara en julio del año pasado que el estado de la especie se computa en todo el territorio nacional y no por comunidades autónomas.
“En estos momentos, aplicando la sentencia del del TJUE, el lobo en nuestro país está en situación desfavorable. Lo estaba antes y lo sigue estando ahora. En aplicación de la directiva y en aplicación, asimismo, de la de la sentencia, el lobo no es una especie que pueda estar sujeta a gestión mediante herramientas cinegéticas. No puede haber controles letales de la especie”, sentenciaron desde Transición Ecológica.
Por otra parte, desde Transición Ecológica subrayan que las comunidades autónomas que ya han autorizado cazar lobos desde el pasado abril, como Asturias y Cantabria (en Galicia esa decisión está paralizada por el Tribunal Superior de Justicia de esa región), han contribuido a la eliminación de unas 20 manadas o cerca de 100 individuos.
“Significa que volvemos a la situación del censo del 2019. Es decir, todo lo que se habría producido de mejora de la situación de la especie, como consecuencia de las matanzas que se ponen en marcha, nos devuelve a una situación similar a la del 2019. Es como si no se hubiese producido ningún incremento en estos años”, recalcaron.
Esas fuentes añadieron que “directamente se está matando un ejemplar, pero indirectamente se están matando tres, cuatro o cinco”, puesto que “una parte nada despreciable” son hembras en periodo de cría que tienen camadas de unos cuatro cachorros de media.
Además, recalcaron que el lobo ibérico es una especie con “un alto índice de mortalidad” por enfermedades, accidentes o un elevado índice de endogamia.
Viabilidad cinegética
Por otra parte, la comunidad científica establece que España debería contar con un mínimo de 500 manadas de lobos para que esa especie deje de estar en situación desfavorable y se garantice su viabilidad genética.
“Es imposible que haya un crecimiento mayor de manadas en el territorio que en estos momentos ocupa la especie. Sencillamente, porque la especie es autolimitativa en la ocupación del espacio. El espacio que ocupa una manada no puede ser ocupado por otra. Cuando hay una ocupación de la totalidad del territorio, la única posibilidad que tiene de crecimiento de la especie es que recupere espacios en los cuales ha sido exterminada”, comentaron fuentes de Transición ecológica.
Esas fuentes subrayaron que “la única posibilidad de alcanzar ese número que la ciencia establece de 500 solamente se puede alcanzar en la medida en la que el lobo vaya recuperando espacios de los que fue expulsado”. “El lobo estará en un estado favorable en nuestro país cuando el lobo haya recuperado presencia en la totalidad del territorio en la que históricamente estuvo presente”, apostillaron.
Por último, Transición Ecológica dejará de sufragar con 20 millones de euros anuales las indemnizaciones por daños de ataques de lobos al ganado y serán las comunidades autónomas con presencia de esa especie las que costeen esos casos.
“El Ministerio va a seguir aportando 20 millones de euros para mejorar la capacidad de gestión de las actividades en el medio rural en territorios donde hay presencia del lobo, pero lo que no va a cubrir los daños, una vez que la especie pasa a ser considerada gestionable mediante herramientas cinegéticas”, apuntaron esas fuentes.