Los tres filtros de Sócrates contra los paisanos que en los bares hacen correr mentiras
Sin que sirva de precedente hoy dedicaremos unas líneas a todos esos cotidianos de las barras de los bares que se ocupan, mientras aparentan hojear el periódico, a poner en marcha ventiladores para escampar toda la mierda que pueden. Son uno de nuestros cánceres que laboran en la destrucción de todo lo bueno que podemos ofrecer y no damos mientras procuran impedir que los demás construyan. Pasean como si tal cosa a nuestro alrededor como almas cándidas y bondadosa, pero no, no se equivoquen. Son lo peor de lo peor. Para no perder coma contaremos una historia tan antigua como válida para nuestros días.