Csif acusa a la Junta de bajar cuatro incendios de nivel 2 a 1 sin criterios técnicos

El sindicato precisa que se trata de los fuegos de Llamas de Cabrera, Anllares y Gestoso-Oencia, en la provincia leonesa, y el de Barniedo de la Reina-Cardaño de Arriba, en León y Palencia.

CyL25 de agosto de 2025RMLRML
CESIF VALORA EL OPERATIVO CONTRA INCENDIOS DE LA JUNTA
CESIF VALORA EL OPERATIVO CONTRA INCENDIOS DE LA JUNTA

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) Castilla y León acusó hoy a la Junta de pasar esta mañana cuatro incendios forestales con nivel 2 del Índice de Gravedad Potencial (IGR) a 1 sin criterios técnicos y sin respetar el protocolo de Infocal, algo que calificaron de “muy grave”. En concreto, denunció que se trata de los fuegos de Llamas de Cabrera, Anllares y Gestoso-Oencia, en la provincia leonesa, y el de Barniedo de la Reina-Cardaño de Arriba, en León y Palencia. “Es una decisión que va en contra del criterio técnico y todos debemos respetar la profesionalidad de los trabajadores”, sentenció el presidente del sector autonómico de Administración General de la Junta de CSIF, Agustín Argulo, quien además es agente forestal en León y ha participado en el operativo del incendio de Yeres.

La Junta aseguró en un comunicado que los incendios que han descendido de nivel se encuentran sin llama, no suponen riesgo para la población ni mantienen cortes en la red viaria. “No obstante, continúan bajo estrecha vigilancia para atajar las reproducciones que pudieran producirse, y se mantiene la labor de enfriamiento hasta su control definitivo”. Pero Argulo subrayó que la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio debería haber actuado en la bajada del IGR de estos cuatro incendios al igual que había hecho hasta ahora. En ese sentido, puso el ejemplo del fuego de Yeres, que estuvo dos días con el nivel 2, pese a tener controlado todo el perímetro. “Hay que evitar reproducciones de las llamas que se salgan del perímetro, ya que pueden suceder con un poco de vientos y con calor en las horas centrales. No es el momento de bajar el nivel por que no están los medios disponibles, al existir más incendios en la Comunidad”, precisó.

El agente forestal de la Junta apuntó que, una vez pasados esas 48 horas, con el perímetro vigilado y sin reproducciones, es cuando se baja de IGR 2 a 1, después de que los drones de la Unidad Militar de Emergencias (UME), equipados con cámaras térmicas, comprobaron que todo el perímetro estaba enfriado y no había riesgos de reproducciones. Fue, entonces, aseveró, cuando se pasó la propuesta de rebajar el nivel al Centro Provincial de Mando (CPM). “Así se debe actuar y entiendo que mis compañeros no han hecho la propuesta de bajar el nivel. No tiene palabras que, sin ver el incendio ni saber la situación, se decida desde Valladolid una bajada del nivel, sin respetar los criterios técnicos”, añadió.

A juicio del sindicato, esta manera de actuar por parte de la Junta incide en la “temeridad” que lleva a cabo desde hace años, al no proteger a los pueblos ni contar con los medios “suficientes”. Es por ello que el presidente del sector autonómico de Administración General de la Junta de CSIF declaró, según recogió la Agencia Ical que continúa con un operativo anti incendios “temerario”. “Su táctica es esperar a que haya un buen año, como ocurrió en 2023 y 2024 para quitar guardias, pero cuando un verano malo pasan estas cosas… Los castellanos y leoneses no pueden estar seguros”, manifestó.

CSIF denunció con rotundidad el modelo "flexible" del operativo anti-incendios “fallido” y “fracasado" del consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones; así como la gestión “negligente y temeraria”, que ha traído consecuencias “devastadoras” en la oleada de fuegos que ha asolado a Castilla y León en los últimos quince días. “Nunca se había visto algo así. Estábamos en los incendios sin medios y solo podíamos defender las poblaciones, para proteger a los bienes y las personas, mientras las cabezas de los incendios avanzaban sin control", alertó Argulo.

“Colapso” del operativo

Por su parte, la también agente medioambiental y delegada de Medio Ambiente del sindicato, Sara Mateos, recordó que el operativo colapsó el 9 de agosto cuando hubo una simultaneidad de pequeños incendios forestales en la Comunidad por no estar dimensionado suficientemente. “Los fuegos empiezan quemando unas pocas hectáreas pero si no se destinan los medios necesarios para apagarlos, luego, se convierten en grandes incendios que arrasan miles de hectáreas, al no haber capacidad para su extinción. Muchas localidades se quedaron sin atención mientras los ciudadanos combatían las llamas con cubos de agua y mangueras de jardín”, afirmó. Puso los ejemplos de Cubo de Benavente, donde no había un helicóptero para apagar 20 metros de fuego y se convirtió en un incendio de 40.000 hectáreas, el de la Baña (el primero que vino de Orense) con un camión con dos personas, el de Fasgar que en las primeras jornadas no estaba el puesto de vigilancia ni el camión operativo.

En cuanto al incendio de Llamas de la Cabrera, con un centenar de kilómetros de perímetro, Agustín Argulo denunció que solo se contó en los primeros días con cien personas en el operativo (reforzado ya con brigadistas de otras provincias de la Comunidad), que era “lo justo” para trabajar en evitar la expansión del fuego a los pueblos. “Para luchar contra el incendio en el monte, hubo que esperar más días, hasta que se reforzó la presencia de bomberos forestales llegados de otras comunidades autónomas o países, a los que agradecemos”, comentó.

Ante esta situación, exigieron las dimisiones, o en su caso los ceses, del consejero de Medio Ambiente y del director general de Patrimonio Natural, José Ángel Arranz, al considerar que ha llegado el momento de asumir responsabilidades. "¿Qué más tiene que pasar para que dimitan o se les cese?, afirmaron. Fue entonces, según Ical, cuando presentaron unos datos “demoledores” como más de 150.000 hectáreas arrasadas en la Comunidad en solo 15 días, según el programa Copernicus; pueblos quemados y evacuación de miles de personas en docenas de localidades, y tres personas fallecidas y varios heridos. También, apuntaron que han sido “gravemente” dañadas reservas de la biosfera, parques nacionales, espacios naturales protegidos y zonas Patrimonio de la Humanidad; además de importantes pérdidas y perjuicios derivados de las actividades ganaderas, turísticas y de aprovechamiento forestal. “El coste estimado de extinción de estos incendios se sitúa en torno a los 3.000 millones de euros, mientras que lo invertido por la Junta en prevención apenas llega a los 75 millones”, expusieron.

CSIF aseguró que desde 2015, con la llegada del actual consejero al cargo, se ha producido un “progresivo desmantelamiento” del operativo público de prevención y extinción de incendios forestales. Más de la mitad del operativo se ha privatizado, repartido en brigadas de más de 35 empresas y con trabajadores en condiciones precarias, gracias a un acuerdo del Diálogo Social. Añadió que no hay recursos materiales y personales suficientes; se han suprimido puestos de vigilancia que se sustituyen por cámaras que no funcionan o lo hacen mal; o se han recortado más de 1.300 guardias a los agentes medioambientales, añade. Unas guardias que se pusieron después de los graves incendios de 2022 y que en los dos últimos años se ha preferido eliminar.

El sindicato remarcó que todas estas denuncias no son nuevas, que se llevan reiterando desde los incendios de Navalacruz en Ávila (2021) y de la Sierra de la Culebra, en Zamora (2022). "Hace solo dos meses, nos concentramos ante el Centro de Defensa contra el Fuego de León, alertando la precarización del operativo. No tenemos una bola de cristal, pero cuando no se hace prevención y se desmantela el operativo, las consecuencias son previsibles", manifestó Argulo.

100% público y activo todo el año

La organización sindical apostó por un cambio de rumbo “urgente”, basado en un operativo público 100 por ciento, activo todo el año, con medios suficientes y bien dimensionado, con una apuesta clara por las inversiones en prevención, y el reconocimiento de la figura del bombero forestal que implica plantillas estables que trabajen todo el año. Además, exigió la aprobación de la ley de agentes medioambientales actualmente en tramitación en las Cortes, o planes específicos de protección para las poblaciones y la fauna ante incendios.

"Tenemos mucho trabajo por delante y CSIF ha aportado propuestas realistas y muy concretas en las mesas de negociación. Pero el actual consejero ya no es un interlocutor valido. Lleva desaparecido desde el día 11, tras acudir al fuego de Llamas de la Cabrera, y después de estar comiendo en Gijón el 10 agosto en la Feria de Gijón. Solo su cese o dimisión puede permitir empezar a reparar esta situación. No se puede permitir un verano más como este"



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