Informe estatal de calidad del aire 2023: resultados para Castilla y León

El 17 % de la población de Castilla y León respiró aire contaminado por encima de los nuevos límites legales. En la provincia de León se alcanzaron niveles elevados del cancerígeno benzo(α)pireno en Toral de los Vados, debido a la incineración de residuos en la cementera Cosmos. El informe sobre la calidad del aire de Ecologistas en Acción concluye que 400.000 personas estuvieron expuestas durante 2023 en Castilla y León a una contaminación que excede los nuevos límites aprobados para 2030 por el Parlamento Europeo. En el segundo año más cálido desde 1961, se produjeron diversos episodios de contaminación por partículas y por ozono, presentando las peores situaciones en las aglomeraciones de León y de Valladolid y en el Valle del Tiétar y Alberche (Ávila). El área urbana de Valladolid incumplió el nuevo límite legal anual del dióxido de nitrógeno. Pero las ciudades de Castilla y León no han implantado las obligadas zonas de bajas emisiones, vencido hace año y medio el plazo legal para ello.

CyL19 de junio de 2024 ECOLOGISTAS EN ACCION
CALIDAD DEL AIRE
CALIDAD DEL AIRE EN ESPAÑA EN 23023 -ECOLOGISTAS EN ACCION

El informe elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos en 785 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el Estado español, entre ellas 46 situadas en Castilla y León. Entre sus principales conclusiones, destacan:

– Durante 2023 la calidad del aire en Castilla y León ha mejorado respecto a los años 2022 y anteriores a la pandemia, con una reducción significativa de los niveles de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono troposférico, en porcentajes que oscilan entre el 2 % y el 57 % respecto a los promedios del periodo 2012-2019.

– El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia los nuevos valores límite aprobados por el Parlamento Europeo el pasado 26 de abril, que deberán alcanzarse antes de 2030. De acuerdo a esos umbrales, el aire contaminado afectó en 2023 a la sexta parte de la población castellana y leonesa, lo que expresa la magnitud del reto a asumir por las administraciones en los próximos años para alinearse con la nueva legislación.

– Considerando la normativa todavía vigente, no hubo población que respirara aire contaminado ni superficie expuesta a niveles de contaminación que dañan la vegetación, por encima de los obsoletos límites legales actuales. Si bien la estación El Maíllo (Salamanca), en la Zona Sur y Este de Castilla y León, volvió a superar en el quinquenio 2019-2023 el objetivo legal para la protección de la vegetación establecido para el ozono.

– Y si se tienen en cuenta los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), mucho más estrictos que los límites legales vigentes y nuevos, y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación de la Unión Europea, el aire contaminado afectó en 2023 a la totalidad de la población y el territorio de Castilla y León.

– El año 2023 fue seco y el segundo más cálido en España desde al menos 1961. La estabilidad atmosférica activó los episodios de contaminación por partículas, en su mayor parte procedentes del norte de África. El alto calor estival contribuyó al aumento del ozono, en especial durante las olas de calor de julio y agosto. El cambio climático se confirma como un factor determinante en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire.

–El factor esencial para explicar la caída de la contaminación atmosférica durante 2023 es la evolución de la actividad económica tras la pandemia de la COVID-19. El consumo de combustibles fósiles y electricidad se redujo el año pasado y las fuentes renovables cubrieron más de la mitad de la demanda eléctrica, limitando las emisiones de las centrales térmicas de gas, estando cerradas la mayoría de las de carbón, las más contaminantes.

– Las partículas (PM10 y PM2,5) y el dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire siguieron afectando a la mayoría de la población castellana y leonesa. Las partículas PM2,5 presentaron la peor situación en la aglomeración de León. La aglomeración de Valladolid incumplió el nuevo límite legal anual del dióxido de nitrógeno. Y el Valle del Tiétar y Alberche (Ávila) incumplió el nuevo objetivo legal del ozono, que se extendió por el centro y el sur de la Comunidad.

Y el año pasado en Toral de los Vados (León) e Íscar (Valladolid) se alcanzaron niveles elevados del cancerígeno benzo(α)pireno, superando la recomendación de la OMS, en el primer caso en relación con la coincineración de residuos en una fábrica de cemento.

– La contaminación del aire debería abordarse como un problema sanitario de primer orden. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, en 2021 fallecieron prematuramente hasta 21.000 personas en el Estado español por enfermedades agravadas por la mala calidad del aire, en torno a un millar de ellas en Castilla y León, según el Instituto de Salud Global. Los costes sanitarios y laborales derivados de la contaminación atmosférica representan según el Banco Mundial 50.000 millones de dólares al año, un 3,5 % del PIB español.

– Ecologistas en Acción ha realizado en 2022 una campaña de medición en los accesos a algunos de los centros escolares con más tráfico motorizado de las ocho principales ciudades de la Comunidad, con el resultado de que la población infantil está a menudo expuesta a niveles muy elevados de contaminación, por encima de los registrados en las estaciones oficiales de control de la calidad del aire. Lo que además cuestiona la correcta ubicación de dichas estaciones, por lo que no están facilitando información representativa.

– Los Planes de Mejora de la Calidad del Aire son obligatorios según la legislación vigente, pero en muchos casos no existen, y en otros son inefectivos por falta de voluntad política. El Tribunal Superior de Justicia ha anulado el Plan de Mejora de la Calidad del Aire por Ozono de la Junta de Castilla y León por carecer del necesario detalle territorial en su diagnóstico y medidas, habiéndose elaborado con la única finalidad de aparentar el cumplimiento legal.

– Vencido hace año y medio el plazo para que todos los municipios de más de 50.000 habitantes establezcan zonas de bajas emisiones, para mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, las ciudades de Castilla y León no las han implantado, pese a los abundantes fondos europeos que están recibiendo para ello. La Junta de Castilla y León no se ha dotado de un protocolo de actuación frente a los episodios de mala calidad del aire.

– La única forma de mejorar la calidad del aire en las ciudades es disminuir el tráfico motorizado, potenciando la movilidad activa peatonal y ciclista y el transporte público limpio. También es necesario promover el ahorro energético, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, cerrar las centrales térmicas de combustibles fósiles, penalizar el diésel, reducir el uso del avión y una moratoria de las nuevas macro granjas ganaderas.

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