Los incendios de agosto dañan más de una docena de carreteras provinciales en León

Las áreas más perjudicadas se localizan en El Morredero, Barniedo, La Cabrera, La Bañeza y Oencia, donde se concentran los daños más graves tanto en la calzada como en la señalización y elementos de seguridad. En el caso de El Morredero, se han visto comprometidos más de 27 kilómetros de la carretera LE-5228, con la pérdida de 83 señales verticales, 100 balizas de vialidad invernal y más de 4.000 metros de barreras de seguridad. La vía hacia Peñalba de Santiago (LE-6210) y el acceso a Bouzas (LE-6312) también presentan afecciones importantes.

En el incendio de Barniedo, en los Picos de Europa, resultaron dañados 10,5 kilómetros de la carretera LE-2703, que conecta Portilla de la Reina con Posada de Valdeón. Allí deberán reponerse 139 señales y más de 2.500 metros de barrera de seguridad, además de 35 balizas de nieve. La ausencia de vegetación en los taludes incrementa el riesgo de desprendimientos y la colmatación de cunetas, lo que obligará a actuaciones de limpieza en más de 10 kilómetros.

La red viaria de La Cabrera sufrió la quema de 10 kilómetros en la carretera LE-7311, con 17 señales dañadas y seis kilómetros de laderas en riesgo. En La Bañeza, tres carreteras suman más de 30 kilómetros afectados, con 64 señales y una barandilla de pontón dañadas. Por su parte, el fuego de Oencia comprometió tres carreteras con más de 10 kilómetros afectados y riesgo de desprendimientos en los taludes.

Otros incendios, como los de Las Médulas, Anllares, Fasgar, Villafranca y Canalejas, ocasionaron también desperfectos en la red provincial, principalmente en señalización vertical y firmes. El balance provisional indica que la mayoría de vías afectadas requieren sustitución de señales, limpieza de taludes y reparación de elementos de seguridad.

Quedan aún pendientes de evaluación los daños del incendio de Garaño, mientras que el fuego de Pendilla de Arbás sigue activo, por lo que no se dispone de datos sobre sus posibles afecciones.

En conjunto, los incendios de este verano suponen una carga significativa para la conservación de la red provincial de carreteras, con intervenciones urgentes necesarias antes del invierno para prevenir desprendimientos y garantizar la seguridad del tráfico.