La osezna Alba inicia su aclimatación en Valsemana para su reintroducción al medio natural

La cría de oso pardo Alba, rescatada en abril en Asturias, ha sido trasladada al recinto de aclimatación de Valsemana, donde permanecerá entre uno y dos meses antes de ser liberada.

Provincia27 de julio de 2025RMLRML
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La osezna Alba, localizada sin su madre en el concejo asturiano de Teverga a mediados de abril, fue trasladada este jueves a las instalaciones de presuelta que la Junta de Castilla y León mantiene en el monte de Valsemana, en el municipio leonés de La Ercina. Estas instalaciones permitirán completar su proceso de adaptación al medio natural en condiciones controladas y con mínima intervención humana, con el objetivo de facilitar su reintroducción a la naturaleza.

Tras su rescate por los Agentes del Medio Natural del Principado de Asturias, Alba, que entonces pesaba apenas 2,1 kilogramos, fue trasladada a una clínica veterinaria en Oviedo para su evaluación. Comprobado que no presentaba lesiones ni patologías, se decidió su ingreso en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Gobierno de Cantabria, en Villaescusa, donde ha permanecido desde abril hasta su traslado a León.

El recinto de aclimatación de Valsemana, diseñado para simular un entorno natural aislado y dotado de videovigilancia, permite a los ejemplares desarrollar habilidades necesarias para su supervivencia en libertad, como la búsqueda de alimento, el reconocimiento del entorno y el rechazo del contacto humano. La duración estimada de su estancia es de uno o dos meses, tras los cuales se valorará su liberación definitiva.

Desde la adecuación de este espacio en 2019, seis oseznos han sido alojados temporalmente en Valsemana antes de su reintroducción. Entre ellos figuran Saba (2019), Éndriga (2020), Martín (2022), Cova y Barniedo (2024). El caso de Saba, cuya reproducción se constató en 2024 en el Parque Nacional de los Picos de Europa, ha sido interpretado como un indicio del éxito de esta estrategia conjunta.

El traslado y la gestión de Alba forman parte de una colaboración interautonómica entre Asturias, Cantabria y Castilla y León para la conservación del oso pardo cantábrico, especie emblemática de la cordillera y en proceso de recuperación. La continuidad de estos protocolos busca reforzar las poblaciones silvestres y aumentar las probabilidades de supervivencia de los ejemplares que, como Alba, pierden el contacto con su madre en etapas tempranas.

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