Un talento forjado en León aterriza en la NBA

El baloncesto internacional suma un nuevo nombre con raíces leonesas. Max Shulga, nacido en Ucrania pero formado en las canchas del Colegio Leonés, ha sido seleccionado por los Boston Celtics y se unirá a la plantilla del mítico equipo estadounidense la próxima temporada. El joven base, que llegó a León con apenas once años, culmina así una trayectoria marcada por la constancia, el esfuerzo y una vocación clara desde muy pequeño.

Su historia en León comienza en 2014, cuando se traslada junto a su padre, el árbitro internacional Boris Shulga. Desde el primer momento, Max se integró de forma natural en el entorno del colegio y pronto empezó a destacar en los equipos escolares, mientras avanzaba en sus estudios de la ESO. Un año después, ya era convocado con la selección infantil de Castilla y León para disputar el Campeonato de España de selecciones autonómicas.

Con el objetivo de seguir creciendo como jugador, Shulga se trasladó más tarde a Torrelodones (Madrid), centro neurálgico del baloncesto de formación, y desde allí dio el salto a la Universidad de Utah, donde ha compaginado estudios y competición desde 2019. Ha mantenido viva, durante todo este tiempo, la ambición de llegar a la NBA, una meta que finalmente ha alcanzado esta misma madrugada al ser elegido en el draft por los Celtics, una de las franquicias más emblemáticas de la historia del baloncesto.

La noticia, recibida por el propio Max nada más despertar, supone el inicio de una nueva etapa y un hito para el baloncesto leonés. Por primera vez, un talento surgido del Colegio Leonés alcanzará el máximo nivel profesional en Estados Unidos. Su fichaje no solo representa un logro individual, sino también un motivo de orgullo para quienes lo vieron crecer y formarse en las canchas de León.

Desde las aulas y los pabellones escolares hasta el parquet del TD Garden de Boston, el recorrido de Shulga demuestra que los sueños, con trabajo y perseverancia, pueden empezar en cualquier rincón del mundo.