Acaip reclama que los funcionarios de prisiones sean considerados agentes de la autoridad por el aumento de agresiones en la prisión de León

La Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias, Acaip León, reclamó ayer que los funcionarios de prisiones sean considerados agentes de la autoridad, “ante el incremento de agresiones en los centros penitenciarios”.

De acuerdo a los datos oficiales proporcionados por Instituciones Penitenciarias, el Centro Penitenciario de Villahierro, situado en la localidad leonesa de Mansilla de las Mulas, registró en los dos últimos años un total de 17 agresiones. Concretamente, en 2023 se produjeron cinco agresiones con resultado de lesiones leves y otras tantas sin lesiones, mientras que el pasado año fueron cinco sin lesiones y tres con resultado de lesiones leves. En lo que va del presente año, “hasta tres trabajadores han sido agredidos” en el mismo, según informó Acaip.

El sindicato mostró su preocupación ante la “escalada de agresiones”, con más de mil en todo el territorio nacional, que “cada vez son más graves”, por lo que consideró necesario un protocolo de prevención de agresiones que refleje la realidad dentro de las prisiones. Además, denunció que “la administración maquilla las cifras”, al “no contabilizar muchas situaciones violentas, como son los insultos, las amenazas, el acoso sexual y el intento de agresión”, según indicaron en un comunicado remitido ayer a los medios de comunicación.

En cuanto a las causas del incremento de estos ataques, Acaip señaló una “clasificación interior ineficiente derivada de la política buenista de la administración”, en la que “se prima el mal comportamiento, con internos inadaptados en un régimen de vida ordinario que distorsiona la convivencia”. Como ejemplo, el sindicato expuso que “después de la gravedad de las agresiones protagonizadas en el Centro Penitenciario de León, las clasificaciones de los internos agresores no son acordes con la gravedad de los hechos protagonizados”.

Además, lamentaron que, en el caso concreto de Villahierro, “la masificación instalada desde los últimos meses, con la convivencia de 950 internos, hace que la conflictividad y los incidentes sean continuos”. Por ello, insistieron en la “necesidad” de que los trabajadores penitenciarios “sean considerados agentes de la autoridad”.