Alerta amarilla para este jueves por fuertes rachas de vientos en León, Burgos, Palencia, Soria y Zamora
Podrían llegar hasta los 80 kilómetros por hora, según la AEMET.
El desastre ocurrido en Valencia ha traído consigo una riada de noticias falsas que han circulado por redes sociales y medios. La urgencia por obtener respuestas nos lleva a confiar en información emocionalmente impactante, aunque no provenga de fuentes fiables. La psicología cognitiva explica cómo el miedo y la búsqueda de certeza impulsan la difusión de estos contenidos y subraya la importancia del pensamiento crítico para enfrentar la incertidumbre con responsabilidad y solidaridad.
Global15 de noviembre de 2024 MARIA FERNANDEZ LOPEZ - SINCEscribo este artículo días después de que la DANA llegara a Valencia, dejando a su paso un rastro de destrucción física y emocional, de caos y de desinformación.
En crisis como esta, la necesidad de entender lo que está ocurriendo nos lleva a buscar respuestas en medios de comunicación y redes sociales. Pero en este flujo surgen noticias falsas que nos confunden, atemorizan y aumentan el estrés colectivo.
El cerebro es excepcional, pero tiende a la pereza y odia la incertidumbre, ante la que reacciona buscando seguridad y control. Esto se conoce en psicología como necesidad de cierre. Si reflexionamos sobre nosotros mismos en estos últimos días tras la DANA, probablemente reconozcamos haber experimentado emociones que parten de la inseguridad, como la inquietud o el miedo. En estas situaciones críticas necesitamos respuestas rápidas, aunque no siempre vengan de las fuentes más fiables. En momentos de crisis somos más propensos a confiar y compartir información no verificada. Pero ¿por qué?
Nuestro cerebro tiende a la pereza y odia la incertidumbre, ante la que reacciona buscando seguridad y control. En momentos de crisis somos más propensos a confiar y compartir información no verificada
La psicología cognitiva lleva años intentando contestar a esta pregunta y, aunque aún no hay una respuesta completa, sabemos que la clave está en la emoción. Cuando algo nos provoca una reacción intensa –miedo, sorpresa o indignación– tendemos a confiar más en esa información y a compartirla, incluso si no proviene de una fuente fiable o incluye expresiones como “supuestamente” o “se dice que”. Cuanta más emoción suscita una noticia, más probable es que la aceptemos como verdadera sin cuestionarla.
Esto ocurre debido a cómo funciona nuestra cognición. Según las teorías del procesamiento dual, procesamos la información por dos vías separadas pero interactivas: una rápida, espontánea, automática y emocional, y otra lenta, controlada y reflexiva. Cuando recibimos una noticia, primero hacemos una evaluación emocional rápida, basada en cómo nos hace sentir. Y solo después, si es necesario, realizamos un análisis más profundo para determinar su veracidad.
Cerebros perezosos, información rápida
Sin embargo, esta segunda evaluación requiere mucho tiempo y energía, y nuestro cerebro es perezoso. Así que, cuando una noticia toca nuestra fibra emocional, a menudo nos quedamos con la impresión inicial sin pasar a esta segunda fase más analítica.
A esto se le suma que las redes sociales nos obligan a consumir información rápidamente, preparando un cóctel de reacción irreflexiva y desinformación viral: el impulso emocional inicial nos hace confiar y compartir la información de inmediato, dejando la reflexión en segundo plano. Tras la DANA, se difundió rápidamente información alarmante sobre el número de fallecidos y las predicciones de AEMET, lo que provocó frustración e ira. Esto impulsó a muchos a compartir sin verificar, aumentando el impacto de la desinformación.
Tras la DANA, se difundió rápidamente información alarmante sobre el número de fallecidos y las predicciones de AEMET, lo que provocó frustración e ira. Esto impulsó a muchos a compartir sin verificar
Si estamos de acuerdo, nos lo creemos
Otros factores que conducen a tomar decisiones irracionales al evaluar la información son los sesgos de confirmación y grupo. El sesgo de confirmación describe la tendencia a seleccionar la información que se ajusta a nuestras ideas y prejuicios, independientemente de su veracidad. Esto ocurre porque procesar ideas opuestas a las nuestras requiere más esfuerzo cognitivo, algo que nuestro cerebro evita por comodidad.
En redes sociales, este sesgo se amplifica debido a los algoritmos, que nos muestran contenido alineado con nuestras preferencias, creando una 'cámara de eco' en la que solo vemos perspectivas afines. Esto hace que las noticias falsas parezcan más creíbles al ser compartidas y validadas en masa por personas con nuestras mismas ideas, dando lugar al sesgo de grupo.
La importancia del sesgo de grupo en las crisis
El sesgo de grupo es la tendencia de un individuo a favorecer al grupo al que pertenece, y tiene un impacto notable en el consumo de noticias falsas en el entorno mediático actual. En redes sociales, las personas forman grupos en torno a temas específicos, lo que facilita la transferencia de emociones e intenciones hacia actividades fuera de línea, como manifestaciones.
Si se viraliza la información, especialmente en nuestro grupo de referencia, muchas personas tienden a interpretarla como más confiable. Esto es especialmente relevante en redes sociales, donde los contenidos virales adquieren una validación implícita. Estos días se han difundido numerosos vídeos, notas de audio, fotos, capturas de pantalla, muchas veces sin contexto y con información engañosa. Información que se volvió creíble solo por haber sido compartida por miles de personas.
Estos días se han difundido numerosos vídeos, notas de audio, fotos, capturas de pantalla, muchas veces sin contexto y con información engañosa, que se volvió creíble solo por haber sido compartida
Vigilar las reacciones emocionales
La experiencia de la DANA nos ha dejado lecciones importantes, como el poder devastador de la desinformación sobre nuestra percepción de la realidad y estado emocional. Esto reivindica la importancia de desarrollar herramientas de pensamiento crítico. Reconocer nuestras reacciones emocionales ante una noticia puede ayudarnos a hacer una pausa consciente y analizar su veracidad antes de actuar.
Cuestionar nuestras propias creencias y la información que nos llega manteniendo una perspectiva rigurosa y equilibrada es una habilidad esencial. Esto implica dudar, pero no descartar de inmediato, permitiéndonos considerar distintas perspectivas antes de tomar una postura o compartir la información.
Cultivar el pensamiento crítico y verificar la información no solo protege nuestra tranquilidad individual, sino que también honra ese espíritu de comunidad y apoyo mutuo
Al mismo tiempo, hemos sido testigos de la solidaridad de quienes se unieron para ayudar y dar apoyo a quienes más lo necesitaban. Cultivar el pensamiento crítico y verificar la información no solo protege nuestra tranquilidad individual, sino que también honra ese espíritu de comunidad y apoyo mutuo.
Construir una sociedad menos vulnerable al engaño y más resistente frente a la incertidumbre es posible si fortalecemos la cultura de la solidaridad informada y responsable. La clave, como indica el escritor David Foster Wallace, es no perder de vista la verdad en nuestra consciencia diaria.
Podrían llegar hasta los 80 kilómetros por hora, según la AEMET.
La consejera exige al Gobierno “políticas de estado que favorezcan el reequilibrio territorial” mientras los leonesistas insisten en salir de la Comunidad: “Nos tratan como ciudadanos de segunda".
El galardón reconoce el compromiso con la sostenibilidad y el acceso equitativo a la cultura del proyecto de Ciuden.
Investigadores del Instituto Geológico Minero del CSIC explican que, en eventos extremos como la DANA del pasado 29 de octubre, los materiales que arrastra la corriente aumentan los daños causados por las inundaciones.
La empresa aeroespacial española ha presentado Miura Next, su gama de lanzadores con capacidad de colocar más de 53 toneladas en órbita, y Lince, la primera cápsula tripulada desarrollada por una compañía privada en Europa, que podrá llevar albergar hasta cinco pasajeros.
Lugares habituales donde se bebe o el olor de algunas bebidas son estímulos que atraen la atención de la persona dependiente, perpetúan el consumo y son un factor de riesgo de recaída. La Universidad Complutense de Madrid y el Hospital Universitario 12 de Octubre estiman que la medición del sesgo atencional podría servir para predecir recaídas y a partir de ahí reforzar el seguimiento del paciente.
Estos animales domésticos pueden contagiarse emocionalmente del aroma asociado con la ansiedad humana, lo que les lleva a tomar decisiones negativas y podría ser una forma de conservar energía y evitar decepciones, según un experimento realizado por investigadores británicos.
El astronauta leonés Pablo Álvarez Fernández, de la Agencia Espacial Europea (ESA), se ha probado esta semana por primera vez el traje especial de salidas al espacio desde la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), según ha publicado en su cuenta de X (antigua Twitter).
En España, siete de cada diez familias desperdician comida de manera habitual, en especial las que tienen hijos. Un estudio relaciona este grave problema social con las características socioeconómicas de la unidad familiar.
El nuevo informe de la institución sanitaria señala que 2,6 millones de fallecimientos anuales se deben al consumo de esta sustancia, cifra que representa el 4,7 % del total. En el caso de las drogas psicoactivas, los decesos se sitúan en 0,6 millones.
El programa de hoy incluye degustaciones de quesos o un taller infantil de miel.
La artista vizcaína Damaris Pan gana la 39 edición del Premio BMW de Pintura en la que participaron más de 1.700 artistas de 39 nacionalidades.
Black Ice es la primera de las bandas de rock tributo que han confirmado su presencia el próximo verano en el Black Music Summer Festival de Vegaquemada. Estos zaragozanos rinden homenaje a los australianos AC/DC tomando nombre de uno de sus discos más celebrados. Su misión es la de unificar para compartir lo esencial que todos llevamos dentro.
Esta convocatoria coincidirá, por segunda vez, en el mismo año con la de Secundaria y otros cuerpos, que cuenta con 619 plazas.
Se centrarán en la ‘deep web’ y ‘darknet’, la detección de ‘smishing’, el ‘malware’ en correo no deseado, la detección de tiendas fraudulentas o el cibercrimen.