La provincia de León celebra su primer Maratón Micológico para catalogar setas y hongos

El proyecto está promovido por las asociaciones Seras de Babia, Berciana de Cantaheirales, Leonesa “San Jorge” y el Grupo Micocyl, con el objetivo de ampliar el conocimiento sobre la biodiversidad fúngica del territorio. La propuesta está abierta a todas las personas, sin necesidad de pertenecer a una entidad o grupo especializado.

Durante las dos semanas del maratón, los participantes podrán recorrer cualquier punto de la provincia tomando imágenes de los ejemplares que encuentren. Las fotografías deberán subirse a la plataforma iNaturalist, donde un sistema de identificación automática, apoyado por especialistas, ayudará a confirmar las especies. Este registro colectivo permitirá elaborar un inventario visual actualizado de los hongos presentes en León.

La actividad pretende fomentar la observación de la naturaleza y la divulgación científica de una manera participativa. El único requisito es documentar las especies con imágenes nítidas que muestren las características esenciales para su identificación. No se requiere recoger muestras ni manipular los ejemplares, con el fin de garantizar la conservación del entorno.

Además del registro digital, varias asociaciones organizan actividades presenciales, como charlas divulgativas, rutas guiadas y talleres de identificación. Estas sesiones buscan acercar la micología a un público amplio y promover el respeto hacia los ecosistemas naturales.

El maratón concluirá el 9 de noviembre, fecha en la que se recopilarán los datos obtenidos y se dará a conocer el número total de especies registradas. Los organizadores valoran la posibilidad de convertir esta iniciativa en una cita anual dentro del calendario ambiental de la provincia.

El interés por la micología en León ha crecido en los últimos años, con asociaciones activas en Babia, El Bierzo, la Montaña Central y la capital, que trabajan en la educación ambiental y la conservación del patrimonio natural. Este primer maratón representa un paso más en la integración de la ciencia ciudadana en la observación de la biodiversidad local.