CyL afronta la nueva PAC con el reto de mantener el nivel de ayudas y los "altos índices de eficiencia en su gestión"

La comunidad autónoma afronta la entrada en vigor de la nueva Política Agraria Común (PAC) con el reto de mantener el nivel de ayudas a los agricultores y a los ganaderos y los "altos índices de eficiencia en su gestión" y con el convencimiento de que Castilla y León "ha hecho los deberes" ya que ha sido "la única" que ha desgranado los eco regímenes y su puesta en práctica en base a la realidad del terreno.

Así lo ha asegurado el director general de la PAC, Ángel Gómez, para analizar la aplicación de la nueva Política Agraria Común, ha considerado que cualquier observador es consciente de que las circunstancias originarias de la filosofía de la nueva PAC son "diametralmente diferentes" a las actuales. "Por esta razón --ha reflexionado-- se deberían haber analizado las consecuencias de las medidas con anterioridad a su entrada en vigor, pues afectan directamente a la alimentación de la población y la soberanía alimentaria española y europea".

"De forma indudable, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León no comparte este marcado carácter medioambientalista, sobre todo con la situación actual de los mercados", ha reconocido el director general que ha defendido que la producción agraria no está reñida con la protección del medio ambiente. "Al contrario los agricultores y los ganaderos son los mayores protectores del medio ambiente pues les va en ello su forma de vida".

Y ha afirmado que tampoco comparte el diseño, en especial de los eco regímenes diseñados para las tierras de cultivo, "mayoritarias en Castilla y León", para añadir que los eco esquemas suponen un "balance negativo" de la explotación si se compara con el marco anterior, "bien por el propio aumento de los costes que origina la adaptación a las nuevas condiciones o bien por la disminución de los ingresos".

Gómez ha asegurado que tras un trimestre de "intenso contacto" con el sector la única conclusión a la que han llegado ha sido "la de la incertidumbre" para advertir de que el sector no puede vivir en "una incertidumbre política continua" ya que su proceso productivo tiene "unos ciclos muy largos y unas inversiones muy importantes como para tensar tanto sus costuras".

"De lo que sí somos conscientes es del aumento de costes que tendrán que soportar ciertos agricultores y ganaderos para el cumplimiento de las condiciones de los eco regímenes", ha advertido en referencia al mantenimiento de superficies sin cosechar, a la implantación de barbechos semillados, al establecimiento de márgenes o a las islas de biodiversidad, que requieren "unos costes sobre los que ni siquiera se tiene la certeza de una compensación en su totalidad". "Todo ello --ha reprochado-- en busca de un supuesto beneficio medioambiental, cuanto menos discutible. Todos hemos sido conscientes en este último año de cómo afecta el abandono de las superficies agrarias al medio ambiente".

LAS MODIFICACIONES MÁS NECESARIAS
Para Ángel Gómez, una de las modificaciones más necesarias sería dotar de "cierta flexibilidad" a los porcentajes de cultivos mejorantes del 'eco régimen de rotación con cultivos mejorantes' ante el reciente ejemplo de una campaña "con una escasez tremenda" de semilla de leguminosas por la mala cosecha de la anterior y su elevado precio. Según ha recordado en este punto, la Consejería propuso una modificación de los porcentajes de cumplimiento que no fue admitida por el Ministerio, si bien ha reivindicado que el "simple anuncio" de esa petición supuso un freno a la escalada del precio de la semilla.

Las principales propuestas de modificación de la Consejería una vez definidos los eco regímenes en el Plan Estratégico de la PAC se centran en la posible flexibilidad de los porcentajes de cumplimiento de las condiciones, en función de la disponibilidad de insumos como la semilla; la ampliación del abanico de cultivos mejorantes; la corrección de la imposibilidad de adopción de determinados sistemas productivos a los eco regímenes, como lose cultivos aromáticos o las forestaciones de tierras agrarias, "entre otros, que seguro a medida que vaya avanzando la campaña, surjan", ha augurado.

Gómez ha explicado que los borradores de reales decretos que se manejan desde verano permiten "determinadas flexibilizaciones" a los eco regímenes y ha recordado que el FEGA publicó una resolución en la que atribuía a las comunidades la competencia para el establecimiento de "determinada flexibilización", tras la que Castilla y León publicó una resolución para flexibilizar "determinadas condiciones de los eco regímenes, motivada por las condiciones de sequía padecidas durante el año 2022, que supusieron un condicionante a las siembras de otoño, la situación de los pastos y los cultivos permanentes".

Dicho esto, ha aclarado también que las normas de la condicionalidad reforzada también suponen "un hito" en cuanto a "exigencias medioambientalistas" ya que a las obligaciones del anterior marco se unen las condiciones del pago verde, como la diversificación de cultivos, la presencia de cultivos fijadores de nitrógeno cultivados sin el empleo de fitosanitarios y el mantenimiento de pastos.

Además, se establecen nuevas condiciones o se incrementa la exigencia medioambiental de otras, como la rotación, al menos cada cuatro años, de la totalidad de las parcelas; el establecimiento de superficies no productivas--supone la retirada del 4% de la superficie de la explotación de la producción--; la prohibición de labrar el suelo tras un cultivo herbáceo de invierno hasta el 1 de septiembre siguiente a la cosecha o la nutrición sostenible de suelos agrarios.

Según ha rememorado en este análisis sobre la aplicación efectiva de la nueva PAC, los comienzos de esta Política Agraria Común fueron perfilados por la Comisión Europea en su comunicación sobre el futuro de la alimentación y la agricultura "hace ya siete largos años" con un Parlamento Europeo y un Comisario diferentes a los actuales.

Tras ello, ha rememorado también, se han producido unas elecciones al Parlamento que derivaron en el nombramiento de un nuevo comisario, una pandemia mundial "y una guerra entre dos de los países de mayor importancia para el suministro de cereales, oleaginosas, elementos fertilizantes y gas, entre otros, a la Unión Europea", a lo que se ha unido una "cosecha irregular" a nivel nacional afectada por una sequía que ha tensionado la reserva hídrica española "hasta límites desconocidos", lo que ha "convulsionado", a su vez, el mercado mundial de materias primas y productos energéticos con un coste "desorbitado" y "enorme" para las explotaciones.

"Pues esto --ha lamentado el director general-- no ha sido suficiente para repensar las premisas de la nueva PAC. Se ha seguido adelante como si todos estos acontecimientos no hubiesen tenido lugar, se ha mantenido la totalidad de la arquitectura verde de la PAC, sin el mínimo análisis sobre sus consecuencias en el nivel de producción de alimentos de la Unión Europea y cómo puede afectar la convulsión de los mercados mundiales".

Y a modo de ejemplo, ha explicado que se mantienen los pilares de la condicionalidad reforzada, "una serie de normas de obligado cumplimiento, pero sin remuneración", ha aclarado, ya que su cumplimiento sólo evita penalizaciones en las ayudas, y las buenas condiciones agrarias y medioambientales desarrolladas mediante los eco regímenes, "de un carácter voluntario pero que, al menos, compensan los mayores costes o los menores ingresos que origina el cumplimiento de sus condiciones", unos requisitos que, según ha augurado van a originar "indudablemente" una disminución en la cantidad de alimentos producidos en la superficie agraria de España.