Investigado el entrenador de un equipo infantil por agredir a un árbitro en Villaquilambre

La Guardia Civil ha abierto diligencias contra el entrenador de un equipo de categoría infantil, de 36 años, como presunto autor de una agresión a un árbitro al finalizar un encuentro disputado el pasado domingo en Villaquilambre. El colegiado, un joven de 20 años, sufrió lesiones en la cara y tuvo que recibir atención sanitaria en el Complejo Asistencial Universitario de León.

Los hechos se produjeron al término del partido, en el que participaban menores de entre 12 y 13 años. Tras una discusión entre el entrenador y el árbitro, se produjo la presunta agresión que dio origen a la intervención de una patrulla de la Guardia Civil. Los agentes se desplazaron hasta el campo de fútbol y levantaron acta de lo ocurrido, recabando los datos necesarios para esclarecer el incidente.

Una vez concluida la fase inicial de investigación, la Guardia Civil procedió este miércoles a la investigación formal del entrenador como presunto responsable de un delito leve de lesiones. Las diligencias ya han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Guardia de León, que deberá determinar los siguientes pasos del procedimiento judicial. Por el momento no ha trascendido si el investigado ha presentado declaración o la versión concreta que ofreció sobre los hechos.

El árbitro fue atendido en el servicio de urgencias del Caule por heridas en la zona facial cuya gravedad exacta aún no ha trascendido. No consta, por ahora, que exista parte de baja laboral ni se han comunicado más detalles clínicos.

El suceso se produjo en un contexto deportivo con presencia de familias y menores, lo que ha generado preocupación por el clima de tensión que en ocasiones rodea al deporte base. En los últimos años, este tipo de incidentes han motivado campañas para promover el respeto a los árbitros y reducir los comportamientos violentos en competiciones infantiles.

A falta de nuevas resoluciones judiciales, el caso queda pendiente de lo que determinen los tribunales. La investigación abierta por la Guardia Civil confirma la existencia de indicios suficientes para trasladar el asunto a la vía judicial y esclarecer el alcance de las responsabilidades penales derivadas de la agresión.