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BOLETIN INFORMATIVO MARTES 21 DE OCTUBRE DE 2025

El acusado de matar a su madre en la Nochebuena de 2022 en León asegura “no saber si le hizo daño o no” por “un brote psicótico”

Alan Rubén T.S., para el que la Fiscalía pide 24 años de prisión, dice que ese día “perdió el contacto con la realidad” y su defensa alega un trastorno de personalidad con un 49% de discapacidad.

León21 de octubre de 2025RMLRML
COMIENZA EL JUICIO EN LEON POR EL CRIMEN DE NAVIDAD DE 2022
COMIENZA EL JUICIO EN LEON POR EL CRIMEN DE NAVIDAD DE 2022

“Llevo casi tres años dando vueltas a ese día, pero soy incapaz de saber si yo le hice daño o no. Recuerdo haber estado ese día con mi madre y haber discutido con ella, pero no recuerdo haberla agredido ni haberla matado. También recuerdo una discusión porque ella quería internarme, pero tuve una especie de brote psicótico que me llevó a perder el contacto con la realidad”, aseguró este martes el acusado de haber matado a su madre durante la Nochebuena de 2022 en la ciudad de León.
Un año en el que “el consumo de todo tipo de drogas” le llevó a “escuchar voces, tener brotes y miedo al ingreso en un psiquiátrico”. “Yo no tenía capacidad de discernir, vivía inmerso en una paranoia constante, porque las voces me decían que mis amigos, mi madre y mi familia no eran ellos, sino que estaban secuestrados y ellos eran una especie de clones o sustitutos”, comentó.
Por este motivo, ese 24 de diciembre, Alan Rubén acudió al domicilio de su madre “para encontrarla”, por lo que cuando la vio “le preguntó por dónde esta la de verdad”, mientras que ella le trató “con dulzura” y le tranquilizó. Sin embargo, él regresó a su vivienda y siguió consumiendo drogas, de forma que “las voces cada vez eran mas insistentes” y volvió de nuevo a casa de su madre a “intentar encontrar la original”.
En ese momento, tal y como hoy contó, su madre le dijo que “estaba mal" y que había que ingresarlo "en un centro psiquiátrico”, así que se inició una discusión y, en un momento dado, él “perdió el contacto con la realidad”, tras lo que se fue. Al día siguiente, cuando se despertó, “seguía con esa paranoia y muy cansado física y mentalmente”, pero “ni siquiera sabía si había estado con su madre, si lo había soñado o era un falso recuerdo”.
Así lo apuntó este martes Alan Rubén T.S. durante su declaración solamente a preguntas de su letrada y acompañado por una persona de apoyo en la Audiencia Provincial de León, donde desde hoy y hasta el próximo lunes se celebra el juicio mediante el que un jurado popular deberá decidir si es o no culpable de los delitos de asesinato y amenazas en el ámbito familiar por, presuntamente, haber matado a su madre, María Salomé, durante la Nochebuena del año 2022 en su vivienda, situada en el barrio de San Esteban de la ciudad de León.
El acusado, que afirmó sufrir un trastorno de personalidad disocial, antisocial y límite, con una discapacidad del 49 por ciento, explicó que sufre dos tipos de brotes psicóticos. “A veces escucho voces a las que acabo cediendo, pero el brote fuerte es cuando estoy bien algo, me hace ‘clic’, pierdo el contacto con la realidad y mi cabeza genera un recuerdo paralelo a la realidad”, relató, así como que tras ello se siente “muy confuso, cansado y anímicamente”.
Sobre la relación que mantenía con su madre, el acusado trasladó hoy en la Audiencia Provincial que “de vez en cuando se veían y a veces discutían y a veces no”, pero afirmó no tener “recuerdo ninguno de haberla amenazado”. Alan Rubén explicó que no vivía con su madre porque “desde menor montaba muchas fiestas en casa”, así como que le “agredió en varias ocasiones con el palo de la escoba, con los puños o la mano abierta”, lo que hizo que la denunciara por maltrato y “le quitaran la custodia”. Tras ello, él estuvo en un piso tutelado, del que se escapaba, por lo que se le trasladó a un centro de menores en Asturias, pero acabó de nuevo en casa de su madre.
También contó hoy en la Audiencia Provincial de León que su tía y su abuela denunciaron a su madre “porque no se ocupaba" de él y no me daba la medicación, igual que ella no la tomaba para un trastorno que he sabido hace dos días que tenía”.
De acuerdo con su relato, Alan Rubén T.S. inició el consumo de drogas y alcohol con 14 años porque su madre “siempre le había tratado de una manera un poco fuerte”, lo que llevó a “sentir rechazo”, de forma que “esa era la manera de llenar el vacío y conseguir gente con la que estar”. Un año más tarde, comenzó a autolesionarse “por simple tristeza”.
Matricidio
Los hechos que se juzgan desde este martes en la Audiencia Provincial de León tuvieron lugar en la noche de Nochebuena del año 2022 cuando, según el escrito de acusación presentado por el Ministerio Fiscal, el joven se encontraba en la vivienda de su madre, situada en el barrio de San Esteban, donde se produjo una discusión. Tras ello tuvo lugar la muerte de la mujer por un corte de profundidad en el cuello, aunque su cuerpo de la víctima presentaba varios cortes y golpes en diferentes partes.
Todo ello se produjo “de forma repentina, sorpresiva y sin posibilidad alguna de defensa” y sin que el acusado presentara “ninguna patología ni estado mental alterado”, de forma que “tenía intactas sus facultades”. Además, la Fiscalía aseguró que el acusado, desde 2020, había amenazado de muerte en varias ocasiones a su madre, alguna de ellas con un cuchillo.
El cadáver fue encontrado dos días después, gracias a que los vecinos de la víctima dieron la alerta al no haberla visto en las zonas comunes. Una patrulla de la Policía Local se personó en el lugar, donde comprobó la existencia de unas manchas de sangre, por lo que decidió forzar la cerradura de la vivienda para acceder a ella y localizar el cuerpo sin vida de la mujer.
La Policía Nacional procedió horas después del hallazgo a detener al hijo de la víctima, Alan Rubén T.S. que se encuentra en prisión desde entonces, ya que el Juzgado de Instrucción número 4 de León decretó para él prisión provisional y sin fianza, tras acogerse a su derecho a no declarar.
Por los hechos anteriormente expuestos, la Fiscalía solicita una pena total de 24 años y seis meses de prisión, al considerarle culpable de un delito de asesinato con alevosía y de otro continuado de amenazas en el ámbito familiar, ambos con el agravante de parentesco. También propuso una indemnización de 20.000 euros para la hermana de la víctima, su tía.
Por su parte, la acusación particular considera que existen “indicios suficientes de la participación de Alán Rubén en la muerte de su madre”, a lo que sumó “la pésima relación entre ambos, incluso con amenazas de muerte” y pidió 27 años y seis meses de cárcel por un delito de asesinato con el agravante de parentesco y “con ensañamiento” o, de carácter subsidiario, de un delito de homicidio doloso, con una pena de 17 años y seis meses de prisión.
En el lado opuesto, la defensa del acusado aludió al “largo historial psiquiátrico” de Alan Rubén, que “en ningún caso pudo causar daño alguno a su madre”, al tiempo que “negó la calificación previa y la autoría de los hechos”, por lo que solicitó su libre absolución.

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