Villadangos y La Robla, dos polos verdes que levantan sospechas

Ecologistas en Acción cuestiona la legalidad y la viabilidad del proyecto de Reolum, que une ambas localidades con gasoductos y millones de euros públicos en juego.

Provincia17 de junio de 2025RMLRML
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Ecologistas en Acción ha encendido las alarmas ante la tramitación exprés del “Proyecto Regional Villadangos Green”, promovido por el grupo empresarial Reolum y amparado por la Junta de Castilla y León. La organización ha presentado alegaciones contra este megaproyecto que incluye una planta de hidrógeno de 200 MW, una fábrica de metanol con una capacidad anual de 140.000 toneladas y dos gasoductos de más de 36 kilómetros, destinados a conectar esta instalación con el “Proyecto Regional La Robla Green”, ya autorizado previamente.

Ambos proyectos, a juicio de los ecologistas, se escudan en la figura del Proyecto Regional para sortear licencias municipales, modificar el planeamiento urbanístico, acelerar los trámites y proceder a expropiaciones forzosas. En este caso, cerca de 300 fincas rústicas —algunas con protección ambiental y en Montes de Utilidad Pública— se verían afectadas en ocho municipios.

La organización denuncia la opacidad y la escasa información técnica: no se acredita ni el destino del metanol producido, ni la viabilidad de su proceso productivo, ni el balance de materia, energía y agua. Tampoco hay justificación sobre la disponibilidad de los más de 2,5 hectómetros cúbicos anuales que requiere la planta, ni informes de la CHD o del Ayuntamiento que avalen su sostenibilidad hídrica.

El proyecto depende además del CO₂ capturado en la central de biomasa de La Robla —también promovida por Reolum— cuyo suministro de materia prima tampoco está garantizado. La tecnología que se pretende emplear es considerada “inmadura y poco eficiente”, con tasas de retorno energético muy bajas y sin garantías sobre los riesgos de almacenamiento de sustancias peligrosas como el hidrógeno o el metanol, que estarían sujetas a la Directiva Seveso.

Para Ecologistas en Acción, se trata de un ejemplo más de especulación verde, disfrazado de sostenibilidad para captar fondos públicos sin un respaldo técnico o ambiental real. El “tándem delirante” entre Villadangos y La Robla, concluyen, poco tiene de ecológico y mucho de burbuja impulsada por intereses privados y complicidad institucional.
 

 

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