35 pueblos de montaña de Castilla y León se integran en la red de refugios juveniles “sin cobertura”

La red agrupa ya 284 pueblos de montaña en todo el país y convierte albergues municipales y espacios públicos de acogida en entornos de desconexión digital voluntaria. El objetivo es ofrecer a la población joven periodos de entre tres y siete días sin teléfono móvil en plena naturaleza, con actividades centradas en la convivencia y el descanso. Los informes manejados por el proyecto vinculan estas pausas con mejoras en el bienestar emocional y la calidad del sueño en adolescentes y jóvenes.

Castilla y León es una de las comunidades con mayor número de municipios integrados. En Ávila participan Navalacruz, Navalosa, Navarrevisca, San Esteban del Valle, Solosancho y Villanueva de Ávila. En Burgos se suma Huerta de Arriba. En la provincia de León lo hacen Murias de Paredes, Las Omañas, Prioro, Quintana del Castillo, Santa María de Ordás, Sena de Luna, Trabadelo, Vega de Valcarce, Vegacervera, Villablino, Villagatón y Villamanín.

En Palencia se incorporan Cervera de Pisuerga, San Cebrián de Muda y Velilla del Río Carrión. Salamanca aporta Aldeadávila de la Ribera y Candelario. En Soria participan Cabrejas del Pinar y El Royo. En Zamora forman parte de la red Ferreruela de Tábara, Hermisende, Lubián, Otero de Bodas, Pías, Porto de Sanabria, Puebla de Sanabria, Tábara y Trefacio.

El proyecto plantea estos pueblos como “refugios emocionales” donde los dispositivos móviles quedan fuera de la dinámica diaria y se priorizan las relaciones cara a cara, las actividades al aire libre y los hábitos de descanso. Las estancias se proponen como una alternativa educativa y preventiva frente al uso problemático del móvil, que afecta a alrededor del 20 % del alumnado de 14 a 18 años, según los datos manejados en el dossier del programa. 

El diseño de Refugios Bien de Altura incorpora aportaciones de grupos universitarios especializados en bienestar y entorno, como el grupo ARMAQOL de la Universitat de València, que analiza el impacto de la naturaleza en la salud emocional. La iniciativa se alinea con experiencias internacionales de “prescripción de naturaleza” ya implantadas en países como Japón, Reino Unido o Canadá y se presenta como una red abierta a administraciones, centros educativos y entidades sociales interesadas en integrar estancias de desconexión digital en sus programas de juventud, salud o desarrollo territorial.