Alantre León-Llión denuncia una “política arboricida” y pide un modelo de ciudad verde

Alantre León-Llión hizo público este 14 de noviembre en León un posicionamiento en el que atribuye al Ayuntamiento una estrategia continuada de sustitución de arbolado maduro por obra dura y plantaciones de pequeño porte. La organización reclama un giro hacia un modelo de ciudad saludable y adaptada al cambio climático, con prioridad para la conservación del arbolado existente y actuaciones de mantenimiento no lesivas. 

El colectivo sitúa como detonante reciente las actuaciones en la ribera del Torío a la altura de Puente Castro, que describe como un “arrase” incompatible con criterios de gestión verde. A partir de ese caso, sostiene que la tónica se repite en distintos puntos de la ciudad, citando desaparición de ejemplares en San Mamés y Truchillas y afecciones en el denominado bosque del Torío. En el alfoz menciona la eliminación de entre 300 y 400 árboles en Fresno de la Vega. 

Como argumento de contexto, Alantre recuerda la auditoría municipal de 2025, que concluía que el 91,8% del arbolado de la ciudad presentaba un estado sanitario correcto. A juicio del colectivo, este dato descarta la existencia de una emergencia fitosanitaria que justificara talas generalizadas y refuerza la necesidad de políticas de protección y manejo del arbolado urbano. 

La entidad critica que la “seguridad” se utilice como criterio genérico para eliminar árboles y reclama evaluaciones técnicas caso a caso, con publicaciones accesibles sobre diagnósticos, alternativas de intervención y justificación de las talas inevitables. Plantea priorizar podas de conservación, refuerzos de seguridad en entorno escolar y peatonal, y sustituciones planificadas con especies adecuadas al clima y al espacio disponible. 

El comunicado enmarca la situación en una concepción urbana que, a su entender, privilegia el hormigón frente a la infraestructura verde. Como contrapeso, pide una planificación con objetivos medibles: incremento de superficie de sombra efectiva, reducción de islas de calor, continuidad de corredores verdes y mantenimiento preventivo con criterios de arboricultura moderna. También demanda órganos de fiscalización y transparencia en las decisiones sobre arbolado.