Cómo estar en todas partes en tal solo una noche y de paso haber comprado un roscón de la Bañeza con el 11.210

Son las vísperas de Reyes el momento en el que la creatividad sacude nuestras mentes y nos lleva a construir ese paraíso con el que sueñan los niños y a la que los mayores recurrimos para recuperar ese aire de pureza que nunca debimos perder.
En todos los lugares en los que hay niños o queden mayores con ese espíritu al que nos referimos se pone en marcha la rueda dentada de la imaginación para hacer evidente el sueño de recibir en este amanecer un regalo con el que celebrar y despedir la navidad.
La Montaña Leonesa no ha sido una excepción y en todos los lugares, grandes o pequeños, sus majestades han hecho acto de presencia en las calles para recordar a todos que hay que dormir pronto y bien para amanecer con las ilusiones hechas realidad.
Las cabalgatas se han sucedido por todo el territorio. Desde Villablino a Murias de Paredes, en Riello, Cistierna, Puebla de Lillo con su bajada de antorchas. En Boñar o en Cuadros, donde todos los niños de hasta 10 años han recibido su regalo. También en Villamanín, Matallana, La Pola de Gordón o La Robla se han recorrido calles y pueblos para vivir la ilusión en la cara de los niños al ver a los Magos, que no reyes, prepararse para escalar balcones y chimeneas en la noche activadora de la ilusión.
Sólo nos falta conocer el comprador del Roscón de los 10.000€ de la Confitería Conrado de La Bañeza para comprobar si esta ilusión a la que nos referimos también ha llamado a nuestra puerta. Por cierto, es el 11.210.