TECOI en el NACIONAL.CAT

El pasado miércoles 18 de enero, nuestros compañeros del diario digital catalán, EL NACIONAL.CAT se hicieron eco de un artículo escrito por Luis Ángel Pérez en el que incide sobre el ejemplo que una empresa de la Montaña Oriental ejerce sobre la tan “sobada” realidad económica y social que experimentan en su conjunto las ex cuencas mineras leonesas. 

Y decimos “sobada” porque es una experiencia totalmente inútil estar revolcándose permanentemente en el discurso sobre lo que fuimos y lo que somos, sin que eso sirva para convertir el conocimiento sobre nuestro pasado, en un punto de partida para ofrecer propuestas que sean realistas, convincentes y prácticas. A ese discurso (que debe soltar el ancla sobre los maltratos recibidos de una vez por todas) no le sirve para nada desarrollar listas de agravios mientras repite una y otra vez lo maravillosos que somos, lo bonito que lo tenemos todo, lo estupendo que es el cielo, el verde y el agua, lo rica que está la morcilla, lo grandes que son las truchas o lo regeneradora que es la miel, además de la gran variedad de embutidos que somos capaces de producir y/o de consumir en los bares o recursos hosteleros que son, en la mayor parte de los casos, el único recurso al que se aferran algunos para traducir lo que entendemos como economía productiva en el territorio y que necesita de un reciclaje profundo, puesto que cazurros (y no por haber nacido aquí), son demasiados los se han pensado que llevar un bar en simplemente ponerse detrás de una barra, y más que bares, parecen salones del Far West manejados por individuos que no te atienden, sino que te perdonan la vida. 

Que si señoras y señores, que los antiguos charlatanes de las ferias que sacaban su maleta y no dejaban de hablar, mientras mostraban las maravillas de sus cortadoras de verduras han migrado. Lo hecho a las redes sociales para poder seguir sacando brillo a su ego, mientras no depuran si sus demagogias las desarrollan en un auditorio o lo hacen en “Sálvame”. Esto, que es muy lícito y que forma parte de su manera de ejercer la libertad, no puede ser el sudario de las eternas lamentaciones, ni la explicación con la que se resuelve todo, puesto que no resuelven nada. Así no se termina de enfocar el problema. Esos discursos están huérfanos de acción. Una acción que va desde los pequeños gestos individuales a las grandes propuestas. Las dos siguen siendo el gran caballo de batalla para afrontar problemas y requieren ir de la mano para conseguir resultados distintos a los que se siguen obteniendo. Viendo la productividad de esta manera de hacer, queda muy claro que la filosofía del “yo os lo he contado, ahora hacerlo vosotros”, chirría como las bisagras el baúl de mi abuela. 

Aunque a algunos les pese, la obstinada realidad deja patente que nos enfocamos en el turismo, la artesanía, los productos agroalimentarios y las energías (ahora con las renovables) que son buenos complementos, tal y como se afirma en el artículo de Luís Ángel Pérez, pero que la respuesta a las crisis es siempre la industria. 

Desde esta gran verdad, el ejemplo de TECOI en Sabero no es una anécdota puesto que la misión y los medios que esta empresa leonesa hace patente es el mejor ejemplo a seguir para que la borrasca de la depresión económica pueda seguir su viaje sin fijar residencia en estos valles. No es fácil, es laborioso y requiere por encima de otras premisas un cambio de actitud en las personas que nos rodean empezando por nosotros mismos. Comencemos a practicar ideas que además de ser disruptivas posean estrategia, plan de acción con objetivos posibles, mesurables y sostenibles.  

Un plan de acción se construye para ser cumplido a la vez que modificado tantas veces como sea necesario. De esta forma, tal vez, podremos entender, por ejemplo, que un Coworking no es una habitación con ordenadores conectados a internet en una sala de un edificio municipal. Eso, mis queridas autoridades es un locutorio pakistaní sin el señor de Pakistán. 

Que un verdadero Coworking, es un vivero de empresas creado para trabajar y desarrollar proyectos en colaboración con otros emprendedores y que ha de poseer una conexión y cercanía con empresas que requieren de propuestas nuevas (como es el caso de TECOI) para que puedan nutrirse de esa creatividad. Eso si es estratégico. 

Tal vez así, muchos de nuestros potentes universitarios leoneses pondrían rumbo hacia esta realidad con sus proyectos de la mano hacia esa industria que como cuenta nuestro referente en el día de hoy es la única solución. Lo demás, paños calientes y cortadoras de zanahoria.