Y otra vez sin cobertura...

Nochevieja en la comarca leonesa de La Cepeda, pasadas tan solo un par de horas, la luz se fue. Desde Cogorderos hasta Brañuelas. De La Cepeda baja hasta el alta sin luz. Al parecer por una avería por fuerte viento. Las celebraciones en las casas que estuvieran todavía abiertas disfrutando de la noche, se quedaron a oscuras y pudieron comprobar que la luz no solo se marchó en sus casas, sino también en el alumbrado de la calle. En los bares, la música paró la fiesta por unos instantes, pero entre velas, y a voces se alargó la noche un tanto, incluso hasta más allá de las 5 de la madrugada, hora que volvió la luz. 

Pero más allá de la anécdota de esta Nochevieja “especial”, al día siguiente, en pleno día de año nuevo como un mal sueño que se repite, se pudo comprobar también como los teléfonos móviles volvían a dejar de funcionar y la conexión de las casas a internet también. La misma situación que este pasado verano, durante semanas el municipio de Villamejil estuvo sin cobertura, impidiendo tener acceso a internet con el perjuicio sobre todo para la gente que tenía que trabajar, hacer gestiones o no tiene capacidad de movimiento en búsqueda de cobertura. Ahora el problema del corte de luz se extendió por toda la Cepeda y los problemas de cobertura a una gran parte de esta comarca. Volviendo a demostrar como los problemas de la despoblación, falta de dinamismo y falta de infraestructuras están estrechamente unidas. Tan unido como las consecuencias sobre la vida de los pobladores, ya que una falta de internet hoy en día repercute en cosas tan necesarias y fundamentales como el servicio de teleasistencia de personas dependientes, que, en este caso por el corte de luz y la falta de red, varios se encuentran averiados desde entonces haciendo que las personas usuarias estén en una situación de mayor vulnerabilidad.

Como vemos, los problemas permanecen o se agrandan y justo reaparecen en las fechas que más gente está en nuestra comarca, haciendo que el desprecio del foráneo por vivir aquí aumente, compadeciéndose de cómo se sufre el abandono en zonas como estas y aumentando el rechazo de vivir en el mundo rural. Razón en parte no les falta, es evidente la merma de capacidades de desarrollo y falta de igualdad al acceso de ciertos servicios esenciales como conexión digital, transporte o sanidad en comparación con zonas de una mayor concentración de población. Esto no quiere decir que haya que quitar servicios de otros lugares para traerlos aquí, o denunciar unos supuestos privilegios de ciertas zonas. Simplemente debemos romper la brecha mundo urbano-mundo rural. Buscar la universalidad y accesibilidad de los derechos y condiciones de vida dignas para toda persona independientemente de que viva en una metrópoli o en un pueblo leonés. Aspecto que, hoy, es el momento donde tengamos más recursos y capacidades de hacerlo en toda la historia. Dejando en evidencia que hay un conflicto de intereses y los que tienen el poder no van a ceder fácilmente.

Las causas y orígenes de esta situación son de sobra conocidas: falta de inversión en infraestructuras, encarecimiento de peajes y combustibles, abandono institucional, expolio de recursos por parte de empresas, privatización y descomposición de servicios públicos como la sanidad… todo ello dando como resultado un aumento de la despoblación y empobrecimiento para que los territorios queden vaciados de toda contestación social ante lo que está ocurriendo en territorios como León. Ya sabemos las causas y quienes son los que están detrás llevándolas acabo y/o cediendo a los intereses de grandes capitales. Ahora solo falta que nosotros/as empecemos a buscar soluciones que apunten a la raíz de los problemas.